El conocimiento de sí mismo es el principio de la sabiduría y, por lo tanto, el comienzo de la transformación o regeneración. El conocimiento de nosotros no puede dárnoslo nadie ni habrá de hallarse en libro alguno.
Según Lao Tsé.
Conocer a los demás es inteligencia; conocerse a sí mismo, sabiduría. El que conquista a los demás es poderoso; el que se conquista a sí mismo, fuerte.
En el frontón del templo de Delfos, estaba inscrito:"Conócete a ti mismo".
El Profeta Muhammed, decía:"El que se conoce a sí mismo, conoce a Su Señor".